La reforma laboral.

Salvo los de siempre, léase IU y los sindicatos, creo que frente a la reforma laboral, aprobada ayer por el gobierno y que rápidamente será tramitada vía Real Decreto, nadie va a oponer gran resistencia. El poder del frente social, en general, está anulado por las dramáticas cifras de paro, que como todo el mundo sabe, no nos ha abocado a una auténtica situación de crispación gracias a la economía sumergida, si bien es cierto que tal vez estemos así por culpa igualmente de la economía sumergida.

De la reforma laboral, se pueden extraer algunas positivas, seguro, pero este no es el problema. El problema es de financiación, que nadie lo dude. El desempleo empezó a dispararse a raíz del credit crunch del 2.008. Fue el final del crédito lo que detuvo la economía y por consiguiente provocó los despidos.

De esta travesía, ya de más de cuatro años, he aprendido (y asumido)  unas cuantas cosas:

- Que los paganos de toda esta situación (PYMES y trabajadores) no la hemos provocado. Pero este aprendizaje en realidad no sirve para nada.

- Que a las previsiones, de instituciones públicas y privadas, hay que hacerles muy poco caso. Sólo tenemos  que ver las que hacían en el 2.007/2.008 para comprobar que no tienen ni PUTA IDEA. Que analizar datos macro, en realidad sirve de poco. El análisis del pasado, no siempre sirve para predecir el futuro. Este si sirve, pues he aprendido a guiarme absolutamente por mis propios criterios, por las conclusiones que saco de observar detenidamente lo que me rodea y de maximizar al máximo el recurso de la coherencia y la lógica. ¿Para qué guiarte por lo que dice quién seguramente tiene unos intereses muy diferentes a los tuyos?

- Que estos listos que ahora nos lo pintan tan negro (palabra de Dios, te alabamos señor) resulta que tienen sus balances llenos de mierda, llenos de créditos que no cobraran, y  que publican unos resultados, para tener contentos a sus accionistas, que son auténtica contabilidad creativa (sobre todo por la valoración de sus activos)

- Que sólo los idiotas creyeron a quienes negaban la crisis cuando ellos mismos la estaban sufriendo ya. Pero los hubo, y muchos. Espero que esos crédulos, al menos se hayan preguntado "¿por qué incluso durante el 2.011 nos estaban mintiendo?" ¿Lo habéis hecho, os lo habéis preguntado?

- Que el gobierno, de ahora, de antes, y de más antes, ha sido el cómplice necesario para que la banca haya cometido tantas atrocidades bajo el amparo de la ley. (Esto da para un set de entradas, hablaremos)

- Que si estás en la situación de tener que robar para comer, dormirás en la cárcel. Pero quién te puso en esa situación dormirá en el Ritz. Así es la vida.

- Que no debemos dejarnos convencer de que nunca volveremos a estar donde estuvimos, pero seremos estúpidos si pensamos que llegaremos allí por el mismo camino.

- Que ni la reforma laboral, ni la financiera, nos sacarán del hoyo si no hacemos individualmente una reforma mental. Por que debemos comprender que aunque hace unos años estuviéramos en buen lugar, no habíamos llegado por el camino correcto.

- Que el miedo a perder lo que tenemos es lo único que de verdad nos motiva para conservarlo.

Para finalizar, dejo escrita una pequeña fábula que sintetiza muy bien algunas de las frases que he escrito antes, la leí en el blog http://www.desdelatrinchera.com/ y se la había escuchado decir a Jordi Vila Porta.

“Cada mañana en África se despierta una gacela. Sabe que tiene que correr más rápido que el león más veloz, si no quiere morir devorada.

Cada mañana en África se despierta un león. Sabe que tiene que correr más rápido que la más lenta de las gacelas si no quiere morir de hambre.

No importa si eres León o Gacela. Cada mañana, cuando salga el sol, empieza a correr todo lo que puedas.”

Actitud comercial o fariseismo.

Como todo el mundo sabrá ya, en Grañen (Huesca)  ha caído el gordo de la lotería de Navidad, y como suele ocurrir, especialmente si la localidad donde cae es pequeña, rápidamente se llena de "comerciantes" en busca de agraciados con los que hacer negocio.


De este modo, hemos podido ver como en el Diario del Altoaragón del 23 de diciembre, aparecían no menos de 14 marcas de vehículos felicitando a los agraciados, si, claro. En cambio el domingo anterior, día por antonomasia para los anuncios de las marcas, no había ni una sola, simplemente algunos anuncios de vehículos de ocasión en los clasificados por palabras.


Supongo yo, que ha debido ser motivado por una bien planificada política de publicidad (y unánime por lo visto). Desde mi punto de vista he aquí un buen ejemplo para diferenciar los dos conceptos del título de este post.


Por un lado una buena actitud comercial, la de los publicitas del Diario del Altoaragón o agencias de publicidad, que supieron reaccionar rápido y vender publicidad a empresas que tres dias antes (y diez antes, y diecisiete antes....) no habían invertido en el anuncio.


Por el otro el fariseismo latente en algunos anuncios, bastante deplorables y que para nada prestigian a las marcas que se ven representadas de esa forma. No voy a poner ejemplos concretos, pero que cada cual examine los anuncios y verá a que me refiero.


Si a esto añadimos algunas de las imágenes que se han visto por televisión de los "comerciantes" y sobre todo bancarios, en busca de "presas" el espectáculo es cuando menos divertido, viéndolo desde fuera.


¡Claro que se van a vender coches! ¡Claro que se van a realizar importantes depósitos bancarios! Pero tan claro como que la gente comprará coches donde se haya sentido bien tratada antes y hará sus depósitos en bancos donde no les hayan "jodido" la vida hasta el día de antes de ser millonarios.


Y, el que pueda, pues se comprará un Mercedes, lo de siempre, a ese no hay que ir a buscarlo, irá el solito a por el coche.

Es sólo ¿un anuncio más...?

La ética de los clientes.

Imaginad que sois dueños de un restaurante.
Lo normal es que trabajéis cuando los demás están de fiesta, lógico por otra parte.
Y felices de recibir clientes y trabajar, para eso tenéis el negocio.


Ahora, imaginad de nuevo.
Entra un cliente por la puerta, "que bueno, que caliente se está aqui" - piensa el cliente - se acerca a vosotros y os enseña una bolsa de un conocido supermercado.
La abre y espeta con esa sonrisa de quien piensa que te hace un favor:


- Buenos días, vengo a comer. Aquí le traigo una lechuga para que me la aliñe, un bistec para que me lo pase un poquito por la plancha, no muy hecho, y como no se que vino le va a esta carne, si no le importa, vaya al supermercado que hay enfrente, coja la botella que mejor maride y dígale al encargado que pasaré luego a pagarla. Si le parece esperare en esa mesa hasta que me sirva los platos.


Asi que con cara de "esto no me está pasando a mí", le pones tu sonrisa de "¿por qué no te vas a hacerle la pascua a tu santa madre?" y le explicas amigablemente que en tu negocio vives no sólo de cobrar por el servicio de cocinar, servir los platos, recoger la mesa y mantel y fregar los platos, sino también de ganar un pequeño margen en los alimentos que sirves. De modo que lamentándolo mucho, no vas a satisfacer sus necesidades. Pecado grave en estos tiempos, pero así va a ser.


El te mira como si fueras un desgraciado y te suelta "será por restaurantes en Huesca". Da media vuelta y se va.


Nuestro negocio no es de restauración, pero el ejemplo es trasladable punto por punto a la actividad que desarrollamos y la actitud del cliente.


Hay que joderse con lo que hay que ver y oír trabajando mientras los demás están de fiesta y es que todos nos encontramos con clientes que sólo dan "trabajo".

4.420.462

Es la cifra que ha publicado el Ministerio de Trabajo como número de personas que integran la lista del paro.


El dato asusta y más aún si le damos pábulo a las teorías que dicen que la cifra real es mayor, pues de la real se restan a las personas que están realizando cursos de formación.


Sin entender de la materia, ni pretender parecerlo, cualquiera ve que la misión principal del gobierno actual debe centrarse en reducir esta cifra, de inmediato, sin temores y sin medias tintas. No vale perder ni un segundo esperando que sindicatos y patronal lleguen a algún acuerdo, no lo harán puesto que son posiciones no encontradas, antagónicas. Por eso debe hacer el gobierno lo que le hemos encomendado, GOBERNAR y ya.


Y si se tienen que tomar medidas duras, que las tomen, si son antipopulares, que las tomen, si los sindicatos se movilizan, que se movilicen, pero que el gobierno GOBIERNE, y dentro de un tiempo, juzguemos y votemos de nuevo.


Dicen los grandes grupos de analistas, a los que hay que tenerles la fe justa y no hacerles mucho caso, porque sobradamente han demostrado su incompetencia, que el año 2.012 va a ser peor.


Pues puede que si, o puede que no. Sigo pensando que hay muchas cosas en nuestras manos y  que siempre será mejor luchar con las armas que disponemos que lamentarnos por las cosas que no dependen de nosotros.

Merece la pena.

Merece la pena pararse unos minutos, 
ver y escuchar este video,
volver a parar, pensar,
arrancar de nuevo y no mirar atrás.

El enemigo.

LLevamos tanto tiempo luchando, que en ocasiones parece que hemos perdido de vista a nuestro enemigo. Son ya demasiados años en guerra contra ¿la crisis?


Desgraciadamente hemos instalado a la crisis en nuestras casas y ya forma parte de nuestro día a día, inevitable pero, ¿es cierto que la crisis es el enemigo?


No, no lo es. La crisis no es nuestro enemigo. Llevado al símil futbolístico, la crisis es el campo donde jugamos el partido. Antes jugábamos en los mejores campos de césped, el Nou Camp, el Bernabeu... "estamos en la Champions League de la economía europea" decían algunos. Ahora jugamos en campos de tierra, casi siempre embarrados.


Pero el campo no es el enemigo, el enemigo es el equipo que tenemos enfrente, en nuestro caso, la competencia.


Y siguiendo con el símil futbolero, para llevarse los tres puntos, no es necesario ganar el partido por goleada, muchas veces un triste gol en los minutos de descuento, te da la victoria. Sólo hay que ser un poquito mejor que la competencia para llevarnos la venta. Pequeños matices harán que los clientes nos elijan a nosotros antes de irse a la competencia, y en muchos negocios posiblemente, la correcta aplicación de las técnicas  de marketing online, sea ese pequeño matiz que nos permita llevarnos el gato al agua.